El Congreso saliente de Guatemala, antes de la entrega de sus curules, aprobó un proyecto que le resta poder a los diputados del partido suspendido de Bernardo Arévalo.
La votación, con la que los 23 congresistas fueron declarados independientes, alcanzó 83 votos a favor, 26 en contra y 51 ausencias.
El objetivo de los diputados salientes fue evitar que los 23 congresistas de Arévalo pudieran integrar la Junta Directiva y las comisiones.
Lo anterior, por no tener una fuerza política que los respalde luego que la Corte Suprema de Justicia suspendiera al partido por supuestas irregularidades en su inscripción.
A las 8:00 de la noche, el Congreso se enfrascaba en nuevamente en obstáculos para evitar que el presidente electo fuera investido como jefe del Poder Judicial.
Desde que Arévalo logró ser candidato al balotaje, los poderes fácticos de Guatemala intentaron inhabilitarlo. Una de sus últimas estrategias fue suspender el Movimiento Semilla; dejando un vacío legal.
El mandatario, quien denunció desde que fue electo por mayoría, ha denunciado desde su triunfo que la Fiscalía y el Poder Judicial buscaban evitar que llegara la presidencia.
Uno de los principales motivos que ha provocado el descontento de los políticos en Guatemala es la promesa de campaña de luchar contra la corrupción.
Arévalo anunció hace unos minutos que se encontraba listo para ser juramentado e iniciar una nueva era en Guatemala; la cual aceptó que no sería fácil.
Miles de guatemaltecos esperan expectantes que se oficialice la presidencia de uno de los candidatos más votados del país centroamericano.