El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, hizo un llamado a la unidad y la armonía luego que asumió el poder de la nación, a pesar de los obstáculos que tuvo que enfrentar.
Sus primeras declaraciones como presidente de Guatemala demostraron su interés por salvaguardar la vida y la seguridad de la población.
"Es crucial trabajar juntos en unidad y armonía para mejorar la calidad de vida de nuestra gente", afirmó Bernardo Arévalo tras ser juramentado en una sesión solemne del Congreso que se extendió por nueve horas.
La victoria de Arévalo provocó tanto malestar en la clase política guatemalteca que desde que fue electo como candidato comenzaron las presiones para sacarlo de la carrera electoral.
Después de tres meses de luchas de los poderes fácticos, el líder político del Movimiento Semilla fue juramentado mandatario de Guatemala.
Entre los retos gubernamentales de Arévalo no solo figura la unidad y armonía; temas como la lucha contra la corrupción y robustecer la democracia serían prioritarios para su gestión.
"Ofrece la oportunidad única de edificar una institucionalidad democrática robusta y saludable sobre los escombros de este muro de corrupción", destacó el ahora presidente de Guatemala, que pondrá como prioridad la unidad y armonía de su pueblo.
No solo la juramentación de Arévalo robó la atención del mundo, luego de atrasos y estrategias para evitar su llegada al poder. El Congreso saliente aprobó un decreto que impedía que los diputados del Movimiento Semilla integrarán la Junta Directiva o comisiones del Poder Legislativo.
Lo anterior, luego que la Corte Suprema de Justicia emitiera, el domingo, una resolución para suspender el partido de Arévalo; dejando un vacío legal y declarando a sus congresistas como independientes.
A pesar de la oposición se logró que en el reciento legislativo, tras varias horas, reinara la unidad y armonía, eligiendo como presidente del Congreso al diputado del suspendido Movimiento Semilla, Samuel Pérez.