En los últimos años, las bebidas hidratantes en formato de polvo han ganado un lugar destacado en la industria del bienestar. Una de las marcas más influyentes en esta categoría es Liquid IV, una empresa estadounidense que ha logrado posicionarse como un referente gracias a su estrategia centrada en la conveniencia, el sabor y los supuestos beneficios para la salud.
Fundada en 2012, Liquid IV comenzó orientándose hacia atletas que necesitaban recuperarse tras entrenamientos intensos. Su producto principal es un polvo que se mezcla con agua y que contiene electrolitos, vitaminas y minerales diseñados para acelerar la absorción de líquidos. A diferencia de las tradicionales bebidas deportivas, esta propuesta ofrecía una alternativa con menos azúcar y una imagen más saludable. El éxito fue tal que en 2020 la multinacional Unilever adquirió la compañía, dándole un impulso global.
Con el paso del tiempo, la marca amplió su enfoque. Ya no se dirigía únicamente a deportistas, sino también a personas comunes que querían mantenerse hidratadas a lo largo del día. Hoy en día, figuras como trabajadores de oficina, padres de familia y asistentes a festivales aparecen como parte de su público objetivo. El mensaje que promueve Liquid IV es simple: la mayoría de las personas están deshidratadas sin saberlo, y su producto puede ayudar a solucionar ese problema de manera práctica y sabrosa.
El fenómeno de la hidratación también se ha visto impulsado por las redes sociales. En plataformas como TikTok, se han viralizado tendencias que promueven agregar sabores, polvos y aditivos al agua para hacerla más atractiva. Este fenómeno ha elevado el interés por productos como Liquid IV, que combinan funcionalidad con una experiencia de consumo más placentera. Analistas proyectan que el mercado de este tipo de bebidas podría alcanzar cifras multimillonarias en los próximos años.
Sin embargo, no todos los expertos coinciden en que exista una crisis de deshidratación. Algunos nutricionistas sostienen que las personas con acceso a agua potable no suelen sufrir deshidratación crónica. Aunque reconocen que los polvos hidratantes pueden ser útiles en ciertas circunstancias, como durante el ejercicio o en climas calurosos, también advierten que para la mayoría de las personas el agua por sí sola es suficiente. De todos modos, admiten que si un producto con sabor hace que la gente beba más líquidos, el resultado puede ser positivo.
La categoría de mezclas en polvo ha experimentado un crecimiento sostenido durante los últimos cuatro años, con incrementos de ventas de dos dígitos, alcanzando recientemente un valor de 1.500 millones de dólares solo en Estados Unidos. Este auge ha motivado la aparición de nuevos competidores, desde marcas clásicas como Gatorade y Bodyarmor hasta empresas emergentes que ofrecen alternativas especializadas y enfocadas en distintas necesidades del consumidor.
Parte del atractivo de estos productos está en su formato: son fáciles de transportar, no ocupan espacio en el refrigerador y pueden consumirse en cualquier momento. Esto los convierte en una opción popular tanto para quienes llevan una vida activa como para quienes simplemente desean añadir sabor a su hidratación diaria.
Al observar el éxito de Liquid IV, queda claro que la hidratación ha dejado de ser una simple necesidad fisiológica para transformarse en una tendencia de consumo. La combinación de marketing, conveniencia y cultura digital ha creado un entorno donde incluso el acto cotidiano de beber agua se convierte en una experiencia más compleja y atractiva. La pregunta ahora es si esta tendencia se mantendrá como parte de un estilo de vida saludable o si se trata solo de una moda pasajera con base en percepciones más que en necesidades reales.