En medio de crecientes presiones externas y un tenso escenario internacional, el presidente Nicolás Maduro aseguró que “Venezuela va a seguir de pie”, reafirmando la resistencia del país frente a los desafíos que plantea Estados Unidos.
La frase clave se convierte así en un mensaje de unidad dirigido a su población y al mundo.
“Hoy el imperialismo lanza una embestida nueva. No es la primera ni la última, solo otra embestida, y Venezuela está de pie, y les digo, Venezuela va a seguir de pie, con serenidad, con firmeza”, dijo Maduro.
Maduro aprovechó la coyuntura para recalcar que el pueblo venezolano “no se rendirá”, en un contexto donde las relaciones bilaterales, especialmente con Washington y Pekín, se mantienen en un estado delicado.
Mientras Estados Unidos insiste en el restablecimiento de la democracia y en sanciones, China fortalece lazos estratégicos con Caracas, hecho que, según el propio mandatario, posiciona a su gobierno como un actor relevante en la disputa global de poderes.
“Somos gente que ama la paz, pero que lo sepan: somos guerreros, fieros, cuando se meten con nuestra tierra, con nuestra historia y con nuestros derechos. Esta tierra le pertenece a los venezolanos, a las venezolanas, y no va a haber vendepatrias ni imperio que pueda tocar y profanar el suelo sagrado que nos legaron los libertadores”, agregó Maduro.
Venezuela, en el centro de la geopolítica mundial
La postura del líder venezolano llega en un momento donde las tensiones internacionales se profundizan, especialmente por la influencia china en la región y la constante presión de Estados Unidos.
Analistas consideran que estas declaraciones refuerzan la narrativa interna de resiliencia y la política de no alineamiento absoluto.
Maduro ha retomado el discurso de unidad nacional y resistencia frente a cualquier injerencia, asegurando que las presiones, lejos de doblegar a Venezuela, la fortalecen ante el mundo.