Donald Trump aseguró su retorno a la Casa Blanca tras ganar las elecciones de Estados Unidos en 2024, venciendo a la actual vicepresidenta Kamala Harris en una contienda marcada por votaciones clave en estados decisivos. Su triunfo fue celebrado en el Centro de Convenciones de Palm Beach, Florida, mientras las redes sociales se llenaban de comentarios que resaltaban el error de Allan Lichtman, el célebre “Nostradamus electoral”, quien había predicho una victoria demócrata.
Lichtman, quien desde 1984 ha acertado en cada elección presidencial, basó su pronóstico en su conocido sistema "The Keys to the White House", que analiza 13 factores para predecir si el partido en el poder conservará la presidencia. Su predicción a favor de Harris, sin embargo, comenzó a tambalear cuando los primeros recuentos mostraron un sólido apoyo hispano hacia Trump en estados como Pensilvania, generando sorpresa y sarcasmo en redes sociales.
La derrota de Harris refleja una caída significativa del respaldo demócrata, especialmente en el Medio Oeste y el Cinturón del Óxido, áreas que habían apoyado a Biden en 2020. La falta de atracción de Harris en comparación con Biden demostró una fragmentación en la base demócrata. La renuncia de Biden a la reelección, tras un desempeño incierto en un debate clave, colocó a Harris como la candidata principal del partido en una campaña cuesta arriba.
Lichtman, visiblemente sorprendido, reconoció la polarización y tensión en el electorado, factores que pudieron haber afectado su sistema de predicción. Este resultado representa un desafío crucial para el Partido Demócrata de cara a las próximas elecciones, destacando la necesidad de una estrategia renovada para reconectar con los votantes en los estados bisagra.