Imágenes cortesía. Donald Trump, expresidente y candidato a la presidencia. / John F. kennedy expresidente asesinado. / Theodore Roosevelt. / Barack Obama, expresidente demócrata.
El intento de asesinato del candidato republicano Donald Trump no ha sido el único que se ha registrado en Estados Unidos (EEUU).
Los sucesos en contra de aspirantes a un cargo de elección popular y de expresidentes de la nación norteamericana han empañado la seguridad de una de las potencias mundiales.
Uno de los primeros sucesos en reportarse fue en 1835, cuando el presidente Andrew Jackson sufrió un intento de asesinato. Richard Lawrence, un pintor de casas desempleado, disparó en contra de la humanidad del mandatario sin lograr dispararle.
El conocido presidente Abraham Lincoln recibió un disparo como parte de un atentado el 14 de abril de 1865. Pero tampoco ha sido el único presidente que sufrió un intento de asesinato en la historia de EEUU.
Después de 16 años sin hechos lamentables en contra de candidatos o presidentes, se registró en 1881 un magnicidio luego que James A. Garfield fue asesinado por un abogado que le disparó.
En 1901, un segundo mandato también fue truncado por otro asesinato de un presidente. Esta vez William McKinley fue atacado por un ciudadano que le dio dos disparos.
La historia de EEUU demuestra que ha sido un reto la seguridad de un presidente o un candidato a la presidencia, como el caso de Donald Trump, cuya actuación de los entes de seguridad ha sido fuertemente cuestionada.
Según datos históricos, en 1912 Theodore Roosevelt fue atacado por un ciudadano que le disparó sin tener éxito. El presidente, tras resultar con heridas leves, profirió un discurso a la nación.
Franklin D. Roosevelt se salvó de milagro cuando un desempleado le disparó y mató a cinco personas que lo acompañaban, incluyendo al alcalde de Chicago de 1933.
Harry Truman, George Wallance, este el primer candidato en sufrir un atentado y quedar paralizado; Geraldo Ford, Ronald Reagan, se suman a la lista que describe una historia de violencia que ha sido escrita a lo largo de los años en una de las naciones más poderosos del mundo.
A pesar de que la mayoría de atentados fueron un fracaso, en 1963 el presidente John F. Kennedy fue asesinado tras recibir dos disparos; uno de ellos en la cabeza.
La muerte de Kennedy aún es recordada como uno de los episodios más oscuros de la potencia mundial que no pudo salvaguardar la vida de su gobernante.
El penúltimo hecho violento fue en el 2011, en contra del expresidente Barack Obama, quien fue atacado por Oscar Ortega Hernández; un hombre que aseguraba que el líder demócrata era el anticristo.
Trece años después, el candidato más fuerte, hasta el momento, para las elecciones del 5 de noviembre fue atacado por un joven de 20 años que aparentemente no tenía motivos políticos para querer matar a Donald Trump.
