El presidente de Rusia, Vladimir Putin, confirmó al gobierno de Bielorrusia apoyo policial si la situación en la nación se descontrola tras unas cuestionadas elecciones presidenciales que mantienen al país sumida en una crisis social.
El gobernante explicó que el uso de la fuerza policial rusa se dará si la situación (protestas) se le sale de las manos al presidente, Alexánder Lukashenko, quien ha sido señalado por hacer fraude en los pasados comicios.
Medios internacionales han destacado que con las declaraciones de Putin se confirma una solicitud hecha por el gobierno de Bielorrisua a Moscú, referente a apoyo policial para controlar a los manifestantes.
“Alexánder me pidió que formara una cierta reserva de agentes del orden. Y lo hice”, puntualizó el líder ruso sobre el envío de uniformados a la nación en conflicto.
Putin, explicó que Bielorrusia no tiene autorización de utilizar al grupo de agentes reservistas hasta que la situación no se salga de control, entre estos que los manifestantes intenten tomar posesión de edificios del gobierno.
Además, se explicó que el apoyo policial es parte de acuerdos bilaterales al integrar la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la cual tiene como objetivo una alianza militar que incluye a Armenia, Kazajistán, Kirguistàn y Tayikistán.
Bielorrusia, entró en crisis luego de las elecciones del 9 de agosto, denuncias de un fraude electoral empañaron el proceso y despertaron un movimiento masivo antigubernamental que mantiene preocupada a las autoridades.
La exnación soviética cuenta con 9.5 millones de habitantes y Lukashenko ha estado en el poder 26 años consecutivos.
La semana pasada, el líder ruso criticó fuertemente las diferencias en las condenas de lo ocurrido en Bielorrusia y en EEUU con los abusos policiales contras ciudadanos afroamericanos.
“¿Se sintió cómodo cuando en algunos países europeos la gente moría casi todos los días? ¿Y fue cómodo cuando una persona desarmada recibe un disparo por la espalda, a pesar que también tiene tres hijos en su automóvil?”, dijo sobre el caso del joven afroamericano Jacob Blake y del cual EEUU calla junto a la comunidad europea.