La reciente ola de calor que ha azotado la costa Este de Estados Unidos ha tenido un inesperado y peculiar impacto en Washington D.C. Las temperaturas extremas, que alcanzaron los 37.7 grados Celsius durante el fin de semana, derritieron una estatua de cera del ex presidente Abraham Lincoln, convirtiéndose en un fenómeno viral.
La escultura, de 1.8 metros de altura, fue obra del artista Sandy Williams IV y se instaló frente a una escuela primaria en febrero pasado. La estatua, una versión más pequeña de la emblemática figura de Lincoln en el Monumento a Lincoln, no fue diseñada para soportar las altas temperaturas del verano en la capital estadounidense. Con el calor extremo de los últimos días, la estatua comenzó a derretirse, y la cabeza de Lincoln se deformó gradualmente hasta que finalmente se desprendió.
La vista de la estatua derritiéndose se volvió rápidamente viral en las redes sociales. Usuarios de plataformas como Twitter e Instagram inundaron la web con memes y comentarios humorísticos sobre la estatua decapitada, haciendo alusión a las difíciles condiciones climáticas y a la histórica figura de Lincoln. La escena también sirvió como una especie de metáfora visual para algunos, que la interpretaron como una representación de los desafíos actuales del cambio climático y sus efectos visibles.
La escultura derretida de Lincoln no solo es un reflejo del clima extremo, sino también un homenaje a una figura histórica clave. La estatua original en el Monumento a Lincoln, que la escultura de cera replicaba a menor escala, fue construida hace 100 años para honrar el legado del presidente que lideró Estados Unidos durante la Guerra Civil y abolió la esclavitud. El monumento es un símbolo de la lucha por la igualdad y la justicia, y su réplica de cera pretendía inspirar y educar a los estudiantes de la escuela primaria donde se encontraba.
El incidente ha generado una mezcla de reacciones, desde el asombro y la incredulidad hasta la reflexión sobre la importancia de considerar el entorno climático al instalar obras de arte al aire libre. El propio artista, Sandy Williams IV, expresó su sorpresa ante la reacción del público y la velocidad con la que la estatua se deterioró debido al calor.
"Es un recordatorio de lo vulnerables que pueden ser nuestras creaciones ante los elementos", comentó Williams. "Espero que este evento no solo traiga una sonrisa a la gente, sino que también nos haga pensar en cómo cuidamos nuestras obras de arte y en la importancia de adaptarnos a las condiciones cambiantes de nuestro entorno."