Un niño hondureño de 8 años de edad murió ahogado luego de caer en las peligrosas aguas del río Bravo, afluente fronterizo entre México y Estados Unidos (EEUU).
El lamentable suceso se registró cuando el menor junto a su familia intentaban alcanzar el sueño americano tras huir de su nación por la pobreza e inseguridad.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que el cuerpo del niño hondureño fue recuperado en Piedras Negras, en Coahuila.
Al respecto, el ente estatal mexicano detalló que el niño hondureño se encontraba con su familia y otros inmigrantes cuando cayó a las aguas del río Bravo.
‘Iba junto con varios adultos sobre una pequeña isleta en medio del río, pero no soportó los golpes del agua por lo que resbaló y acabó sumergido’.
Para la recuperación del cuerpo fue necesario el uso de un aerobote. Al momento de localizar el cadáver el equipo de socorro le dio reanimación en un intento de que recuperara los signos vitales.
Los esfuerzos para que el niño hondureño viviera no fueron suficientes y fue declarado muertos por ahogamiento.
Una vez identificada a la familia del pequeño, quienes lograron cruzar el río, fueron retornados a México para el reconocimiento del cuerpo.
“La autoridad estadounidense regresó a sus familiares a la frontera mexicana, para el reconocimiento legal del niño e iniciar, con apoyo del consulado, el trámite para su retorno a Honduras”, cita un comunicado.
No es el primer hondureño que muere en el peligroso afluente en su intento de alcanzar el sueño americano.
Durante la operación de rescate del niño hondureño se logró salvar a una mujer embarazada, una menor de edad de 5 años y un hombre adulto de nacionalidades aún no establecidas.