Miles de uruguayos le dan el último adiós a José "Pepe" Mujica, considerado por muchos como el presidente más pobre del mundo, por donar el 90% de su salario, recibir atención médica en hospitales estatales y no querer vender el primer carro que compró.
Desde el miércoles, los restos mortales del expresidente uruguayo se encuentran en el Palacio Legislativo para que sus seguidores le den el último adiós.
El mandatario será despedido esta tarde, luego que la mayoría de los ciudadanos le rindan homenaje al político que no quiso reelegirse ni su fortuna subió durante su mandato como presidente de Uruguay.
Se estima que 40 delegaciones diplomáticas le han dado el último adiós al presidente más pobre del mundo y que en dos días de velorio miles de personas han llegado al Congreso para verlo por última vez.
El pueblo uruguayo, al que se dedicó toda su vida, se reflejó con pancartas, banderas, cartas que dejaron en su féretro para demostrar el cariño que se ganó durante su servicio en la política.
José Pepe Mujica fue un guerrillero, pasó 13 años preso, y tras salir de prisión logró ser diputado, senador, ministro y presidente de su país, al que amó con todas sus fuerzas.
Se le consideraba el presidente más pobre por su vida austera, la que mantuvo en todo momento, renunciando a los lujos que pudo darse con su sueldo de presidente.
El expresidente uruguayo se ganó el cariño de los latinoamericanos por sus consejos sobre la vida, política y sociedad.