Mike Tyson, el icónico excampeón mundial de boxeo, se prepara para su regreso al ring después de más de 7.000 días desde su última pelea profesional. A los 58 años, Tyson se enfrentará al youtuber convertido en boxeador Jake Paul en un combate profesional que se llevará a cabo en el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys. Este esperado evento marcará un regreso significativo para Tyson, quien no pelea profesionalmente desde su derrota ante Kevin McBride hace 19 años. Su última aparición en el ring fue hace cuatro años en una pelea de exhibición, la misma en la que Paul participaba en su segundo combate profesional.
Aunque el combate estaba inicialmente previsto para julio de este año, la pelea se pospuso debido a un brote de úlcera que afectó a Tyson. Ahora, la atención se centra no solo en la rivalidad entre Tyson y Paul, sino también en los riesgos para la salud del regreso de Tyson a un deporte tan exigente a su edad.
El Dr. Nitin K. Sethi, experto en neurología y médico de ringside, ha señalado los riesgos adicionales que enfrentan los boxeadores mayores de 40 años, especialmente aquellos como Tyson, cuyo historial de golpes en la cabeza es extenso. "Me preocupa que, debido a su edad, el boxeador tenga un mayor riesgo de sufrir una lesión cerebral traumática grave en el ring.". Además, está el riesgo de daño neurológico crónico por años de actividad en el deporte", comentó Sethi. Los impactos repetidos en la cabeza durante la carrera de un boxeador pueden acumularse y causar consecuencias a largo plazo, como insomnio, mareos crónicos, síntomas de Parkinson y encefalopatía traumática crónica (CTE), una condición neurodegenerativa común en los deportistas que han recibido golpes repetidos en la cabeza.
En respuesta a estos riesgos, la pelea entre Tyson y Paul se llevará a cabo con ciertas modificaciones de seguridad. El combate será de ocho asaltos de dos minutos, y ambos boxeadores usarán guantes de 14 onzas, lo que busca reducir el impacto de los golpes. Además, los boxeadores mayores de 36 años deben presentar resultados favorables de electroencefalogramas o electrocardiogramas antes de ser autorizados para pelear, lo que Tyson ha cumplido.
A pesar de las preocupaciones sobre su salud, el regreso de Tyson al ring ha generado gran expectación, y la pelea promete ser un evento histórico que destaca los riesgos y desafíos del boxeo, especialmente para los atletas que deciden regresar después de años de inactividad.