En los últimos tres años, la Guardia Costera Griega ha sido señalada por testigos de estar involucrada en la muerte de decenas de migrantes en el Mediterráneo, incluidos nueve que fueron arrojados intencionalmente al mar, según denuncias recogidas por la BBC. Estos nueve forman parte de un total de más de 40 personas que, según se alega, han fallecido como consecuencia de ser forzadas a salir de aguas territoriales griegas o de ser devueltas al mar tras haber llegado a islas griegas.
Frecuentemente, los migrantes son obligados a regresar a Turquía por el gobierno griego, una práctica que viola el derecho internacional. Esta es la primera vez que se ha realizado un cálculo específico del número de incidentes que implican muertes atribuidas a las acciones de la Guardia Costera Griega.
La Guardia Costera de Grecia ha rechazado enérgicamente todas las acusaciones de actividades ilegales, insistiendo en que cumplen con sus obligaciones legales y humanitarias en la gestión de la migración en sus fronteras marítimas. Sin embargo, las denuncias y testimonios recopilados arrojan luz sobre una situación alarmante y compleja en la que las vidas de los migrantes se ven trágicamente afectadas por las políticas y acciones en el Mediterráneo.