La disminución de la calidad del esperma se ha convertido en un tema de creciente preocupación para la salud pública mundial. Investigaciones recientes, apuntan a un deterioro silencioso de la fertilidad masculina, evidenciado por una caída sostenida en la concentración y movilidad de los espermatozoides en las últimas décadas.
Entre las principales causas de la disminución de la calidad del esperma destacan factores ambientales, como la exposición a toxinas, la contaminación, el uso de plásticos con compuestos disruptores endocrinos y el estrés. Asimismo, los hábitos de vida poco saludables, tales como el consumo de tabaco, alcohol, dietas altas en procesados y el sedentarismo, influyen negativamente en la salud reproductiva de los hombres.
El avance en técnicas de diagnóstico ha permitido detectar a tiempo el deterioro de la fertilidad masculina. Sin embargo, los especialistas resaltan la necesidad de mayor educación y acceso a tratamientos eficaces. Algunos estudios sugieren que los cambios en el estilo de vida y la adopción de hábitos saludables pueden revertir parcialmente esta tendencia. En América Latina, instituciones médicas están comenzando a implementar programas preventivos y educativos al respecto.