La Iglesia Católica espera expectante la elección del sucesor del papa Francisco, que comenzó este miércoles con la llegada del Cónclave 2025 a la Capilla Sixtina, y que podría en unas horas haber fumata blanca que confirma que hay un nuevo papa.
Esta fumata es la señal para que los feligreses confirmen que los 133 cardenales han llegado a un acuerdo y han elegido a la máxima autoridad de más de 1.4 millones de católicos en el mundo.
La atención del pueblo y de la prensa mundial está en la chimenea de la Capilla Sixtina, en la cual salen dos tipos de fumata: la fumata blanca y la fumata negra. "Es la única señal del exterior de cómo va la votación y proviene de la quema de las papeletas".
El humo negro es señala que los cardenales no se han puesto de acuerdo con el candidato y que la elección se prolongará en tiempo que sea necesario. Diariamente, se pueden hacer dos elecciones: una en la mañana y otra en la tarde.
Una de las razones para el uso de la fumata blanca y la fumata negra es para evitar confusiones sobre lo que está ocurriendo en la Capilla Sixtina.
Al respecto, se indicó que el color de la fumata depende de los químicos utilizados, para el humo negro se usa percloraro de potasio, antraceno y azufre; para el humo blanc se usa clorato de potasio, lactosa colofinia, resina de ámbar natural procedente de coníferas.
"Son dos estufas, una para quemar las papeletas y otra para generar la fumata blanca o negra, y así tener informado al exterior de cómo va la votación.
Después de que se confirma con el humo blanco la elección, el nuevo pontífice dice el famoso "habemus papam" y se presenta ante el público.