El gobierno de Honduras, liderado por la presidenta Xiomara Castro, ejecuta a partir de este lunes la Operación Fe y Esperanza para recuperar las cárceles del país.
Desde el domingo, los agentes de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) se preparaban para tomar el control de los 27 centros penitenciarios del país.
La decisión de la presidenta de militarizar las cárceles se dio luego de una reyerta en la cárcel de mujeres (Penitenciaría Nacional de Adaptación Femenina Social, PNFAS).
El hecho violento provocó la muerte de 46 mujeres, obligando al gobierno a destituir al secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, y hacer otros cambios estratégicos.
Una vez que se removieron algunas piezas, se confirmó que los centros penitenciarios serían intervenidos por los militares, quienes se encargarán de los operativos.
Hasta el momento, a unas horas de iniciar la operación, se ha registrado el decomiso de armas y municiones que los privados de libertad tenían en su poder.
El ministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, destacó en sus redes sociales que se coordinó un mega operativo con elementos militares y policiales en Támara, La Tolva y en la penitenciaría femenina.
“En operaciones conjuntas de la Policía Nacional iniciamos actividades para que las cárceles dejen de ser escuelas del crimen y romper el ciclo con el crimen organizado”, mencionó el alto funcionario hondureño.
Por su parte, el coronel Ramiro Muñoz, aseguró que los elementos están preparados para controlar y poner orden en los centros penales.
“Vamos a controlar y poner orden en los centros penales y esto no es negociable”, aseveró que el encargado de los centros penales tras la salida de Julissa Villanueva como encargada de la Junta Interventora.
El gobierno de Honduras ha sido objeto en las últimas semanas de boicot para afectar la gobernabilidad de la presidenta Xiomara Castro.
Además de la crisis, en los centros penales se confirmó un sabotaje en el sistema de energía, por parte de las térmicas.