Foto: Shutterstock
Estados Unidos aprobó la apertura de un nuevo centro de detención migratoria en el corazón de los Everglades, en Florida, que ha sido apodado informalmente como “Alligator Alcatraz”. La instalación, que se ubicará en un área remota y pantanosa, comenzará a operar a inicios de julio y tendrá capacidad para albergar hasta 5,000 personas.
La información fue confirmada por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, quien explicó que el proyecto fue autorizado el 23 de junio y será implementado en un antiguo aeródromo abandonado conocido como el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, ubicado en Ochopee. Esta área cuenta con una pista de aproximadamente 11,000 pies y se extiende por más de 100 kilómetros cuadrados. "El perímetro ya está definido por la propia naturaleza", declaró Uthmeier en una entrevista publicada en la red social X, en referencia a los peligros naturales del área que servirán como medida de contención.
El complejo será de carácter temporal y no requerirá construcciones permanentes. Uthmeier indicó que estará compuesto por infraestructura ligera, principalmente carpas resistentes y remolques acondicionados, lo que permitirá una implementación rápida y menos costosa.
El centro está destinado a recibir migrantes detenidos tanto en Florida como en otros estados del país, y será gestionado por las autoridades federales con apoyo estatal. Aunque la ubicación ha generado sorpresa por su aislamiento, Uthmeier subrayó que se trata de una solución “seria y necesaria” ante la situación migratoria actual.
El lugar elegido para el proyecto, el Dade-Collier Airport, fue construido en 1968 con el ambicioso objetivo de convertirse en el aeropuerto más grande del mundo. Se planeaban seis pistas y se proyectaba recibir aeronaves futuristas con capacidad para mil pasajeros. Sin embargo, las obras se detuvieron en 1970 debido a preocupaciones ambientales, y desde entonces el sitio ha tenido un uso limitado para entrenamientos de aviación civil y militar.
Este nuevo centro de detención ha despertado debate por su localización en un ecosistema frágil y por las condiciones en las que se mantendrán los detenidos, aunque por el momento no se han dado detalles sobre su duración ni su administración operativa.
