Una gran acumulación de sargazo en el océano Atlántico está generando preocupación en Florida y diversas regiones del Caribe. La Universidad del Sur de Florida estimó que la floración de este año ya alcanza las 31 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 40 % en comparación con el récord anterior de 2022.
El sargazo es una alga marina que forma parte del ecosistema del océano abierto. Sin embargo, cuando llega a las costas en grandes cantidades, puede tener efectos negativos tanto ambientales como económicos. En tierra, su descomposición libera gases que pueden afectar la calidad del aire, además de interferir en las actividades turísticas y recreativas.
La floración actual se extiende a lo largo de unas 5,500 millas, desde la costa occidental de África hasta el Caribe, el Golfo de México y Florida. En las últimas semanas, se han reportado acumulaciones en las playas del sureste de Florida, desde los Cayos hasta San Agustín. También se han detectado arribos en países como México, Barbados y otras islas del Caribe.
Según especialistas, el crecimiento acelerado de esta biomasa está asociado a factores climáticos y humanos. Entre ellos se destacan el aumento de la temperatura del océano —relacionado con el cambio climático— y el exceso de nutrientes en el agua, como el nitrógeno. Este último proviene principalmente de fertilizantes agrícolas utilizados en regiones como el centro de Estados Unidos y la cuenca del Amazonas. Estos nutrientes llegan al océano a través de ríos como el Misisipi y el Amazonas, alimentando el crecimiento de las algas.
El investigador Brian LaPointe, del Instituto Oceanográfico Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida, señaló que esta situación se ha intensificado desde 2011, con floraciones más extensas y frecuentes en el Caribe y el sur de Florida.
El sargazo también puede contener organismos que irritan la piel de los nadadores. Cuando cubre playas o zonas portuarias, dificulta la navegación y afecta la calidad del paisaje costero. Por estas razones, diversas comunidades costeras han implementado planes de limpieza y monitoreo.
Aunque el sargazo ha sido parte del océano Atlántico durante siglos incluso mencionado en los registros del mar de los Sargazos desde la época de Cristóbal Colón, las condiciones actuales están generando floraciones más grandes y persistentes.
Diversas organizaciones científicas continúan evaluando el desarrollo de la floración para emitir alertas y coordinar respuestas ante su posible impacto en la región.