Arqueólogos en Pompeya han desenterrado un spa privado perteneciente a un miembro de la élite romana de hace 2,000 años, destacando el esplendor y sofisticación de la vida en la antigua ciudad antes de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Este complejo, uno de los más elaborados encontrados en el mundo romano, incluye una enorme piscina y baños con agua a diferentes temperaturas.
El spa, situado dentro de una villa romana, estaba diseñado para impresionar. Su propietario, una figura importante en la comunidad local, lo utilizaba para recibir amigos, forjar alianzas, promover campañas políticas y demostrar su elevado estatus social. Adyacente a un comedor ricamente decorado, los invitados podían disfrutar de un relajante baño antes de participar en banquetes.
Las paredes del complejo están adornadas con mosaicos pintados que representan escenas de la Guerra de Troya, y las instalaciones incluyen un caldarium con agua caliente, un tepidarium con agua templada y un frigidarium para baños fríos. Según Gabriel Zuchtriegel, director del parque arqueológico de Pompeya, el diseño y la decoración del spa evocan la cultura y el ocio sofisticado de la antigua Roma.
El spa, que tenía capacidad para unas 30 personas, se encuentra en un estado de conservación tan impecable que parece que sus propietarios lo abandonaron recientemente. Este nivel de preservación, según los arqueólogos, lo convierte en uno de los cuatro spas privados de similares dimensiones encontrados en Pompeya.
Zuchtriegel explicó que los espacios como este eran utilizados por la clase gobernante para fortalecer relaciones políticas y comerciales, además de ostentar su riqueza. “Estos baños termales no solo eran lugares de relajación, sino escenarios para la construcción de consenso y poder”, añadió.
En los últimos años, las excavaciones en Pompeya han revelado descubrimientos fascinantes, como una lavandería, una panadería y los esqueletos de tres personas que perecieron durante la erupción. También se encontró un muro decorado con figuras de gladiadores dibujadas por niños, lo que sugiere que incluso los más jóvenes presenciaban estos espectáculos en la ciudad.
Estos dibujos, realizados con carbón, representan a gladiadores enfrentándose con espadas y escudos, mientras que cazadores armados con lanzas hostigan a animales salvajes, posiblemente jabalíes. Pompeya contaba con su propio anfiteatro, donde se celebraban combates y cacerías al estilo del Coliseo en Roma.
El reciente hallazgo del spa privado y otros descubrimientos subrayan la riqueza cultural e histórica de Pompeya, proporcionando una ventana única al mundo romano y su compleja sociedad.