Fotografía cortesía. / vía Getty Images.
Los demócratas continúan luchando para inhabilitar al expresidente Donald Trump e impedir que opte a un cargo popular, activando un segundo juicio político.
Es la primera vez en la historia de los EEUU que el Senado implementará un juicio político contra un exgobernante.
De ejecutarse el juicio político en contra Trump estando fuera del poder no existirá la eventual condena de su destitución del cargo.
El pasado lunes, los congresistas demócratas pusieron en marcha formalmente el segundo juicio político en la Cámara Alta con el objetivo de inhabilitar al gobernante.
Una vez oficializado el juicio político, demócratas y republicanos acordaron empezar el proceso en próximo 8 de febrero.
Se informó que el plazo tiene como objetivo que la defensa de Donald Trump se prepare para la acusación por incitar a la insurrección.
Son nueve demócratas que actuarán de fiscales en el juicio para la inhabilitación de Trump y estarán bajo el mando de Jamie Raskin.
De ejecutarse la inhabilitación, Trump no podría participar en las elecciones del 2024. El futuro político del polémico expresidente está en manos de 50 senadores de su partido.
La inhabilitación precisa de 67 votos a favor, dos tercios de la Cámara de Alta, lo que significa que algunos republicanos tendrían que darle la espalda al magnate.
Este martes, a pesar que el equipo de Trump conoce las acciones de los demócratas para lograr la inhabilitación, han anunciado la apertura de una oficina, la cual tendrá como objetivo evitar que los medios de comunicación lo censuren tras su salida polémica del poder.
