Fotografía de archivo
Honduras.- El expresidente ejecutivo de la empresa hidroeléctrica DESA, David Castillo, fue declarado culpable por el crimen de la ambientalista hondureña Berta Cáceres.
"Este tribunal cumple con su comitiva, con esta fase", dijo la jueza que conoció el sonado caso en contra del exdirectivo de la empresa minutos antes de dictaminar si Castillo era culpable o inocente.
Con el dictamen, el militar de inteligencia es considerado autor intelectual o autor por inducción del asesinato de la activista indígena, ultimada a balazos en el 2016 tras una larga lucha contra la hidroeléctrica.
El juicio oral en contra de David Castillo comenzó hace cuatro meses, en medio de fuertes denuncias de tráfico de influencias que buscaban favorecerlo para que la muerte de la ambientalista quedara impune.
Hace unos días la familia y el equipo de defensores de Berta Cáceres emitieron un comunicado en el cual expresaban su preocupación porque el acusado fuera puesto en libertad.
En el documento, los profesionales de Derecho manifiestan que los dueños de DESA estarían utilizando "sus influencias y poder para quebrar la frágil independencia del poder judicial y del tribunal que sentenciará el caso".
David Castillo, fue acusado por la Fiscalía por los delitos de asesinato con alevosía y con la promesa de remuneratorio, calificándolo como el autor por inducción del crimen.
El Ministerio Público pide de 25 a 30 años de prisión por la muerte de la activista, mientras que la defensa de la familia de Berta Cáceres solicitó que el “protegido de los Atala” fuera acusado por asociación ilícita y asesinato.
Para el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), David Castillo “fue elemento esencial para la comisión del delito como parte activa en el seguimiento y persecución para la planificación y dotación de recursos para ejecutar el asesinato”.
La parte acusatoria privada no considera al militar de inteligencia como un autor intelectual, “sino coautor y pieza clave de una estructura criminal, liderada por la familia Atala”.
Berta Cáceres fue asesinada la madrugada del 2 de marzo del 2016 cuando dormía en su casa en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá. Era coordinadora del COPINH y emprendió una férrea lucha en la protección de los recursos ambientales.
