Las cifras mundiales sobre los contagios por coronavirus que urgen de asistencia médica son desalentadores para Honduras, una nación con un débil sistema sanitario producto de la corrupción.
El escenario es sombrío al visualizar el colapso de los hospitales de los países del primer mundo. Italia, España y New York no han podido responder a los ciudadanos en relación al sistema sanitario.
Los últimos datos de la propagación del coronavirus en Lousiana serían solo una alerta de la problemática que se desencadenaría en Honduras, mientras las autoridades no responden correctamente a la emergencia.
Lousiana, uno de los estados la potencia más grande del mundo y que sería un espejo de lo que está por venir a Honduras, reporta 185 muertes y 4,025 casos, de los cuales 1,158 urgen de asistencia médica con 385 en estado de gravedad y dependiendo de ventiladores o respiradores artificiales.
Honduras hasta la fecha registra más de 100 casos con una proyección oficial de 36 mil contagios, lo que sería insostenible para un país con un sistema de salud deteriorado.
“Estamos en un nivel de infecciones muy grande, la población tiene que saber que son 36 casos que hemos reportado, por lo menos han infectado a mil cada uno”, dijo el 25 de marzo la ministra de Salud, Alba Flores, aceptando la incapacidad del Estado.
Actualmente Honduras solo cuenta con 150 ventiladores o respiradores a nivel nacional, pronosticando una crisis sin precedentes ya advertida por conocedores y que obligaría a doctores a decidir quién vive y quién muerte.
Otro problema sería la falta de indumentaria del personal médico, quienes luchan sin las herramientas por la indiferencia del gobierno y que dejaría un sinfín de bajas de doctores y enfermeras.
Ejemplo de lo antes expuesto es Italia, una nación con una economía un sistema sanitario superior a Latinoamérica, solo serían un llamado de alerta de los que ocurriría en unos meses en Honduras, pero con mayor fuerza y aún más devastador.
La falta de interés de las autoridades a pesar de la importancia de la crisis se desenmascaró con la compra de 140 ventiladores “inservibles”, imposibilitando así las esperanzas de vida de los hondureños.
La infectóloga Elsa Palou fue clara y fría la decir que si en Honduras se reportaban más de 100 pacientes de gravedad por el coronavirus morirán.
“Si llegan 230 personas que necesitan un ventilador, 130 se muere”, dijo la profesional el pasado 16 de marzo.
Con las declaraciones de la funcionaria del régimen y la destacada doctora se confirma que Honduras los efectos del coronavirus serían letales.
Médicos han solicitado a la población mantenerse en sus hogares y tomar las medidas de precaución para evitar el contagio que en el mundo ha dejado más de 26 mil muertes y 600 mil casos.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) ha advertido el acelerado incremento de contagios que en Latinoamérica ya supera los 13 mil, con mayor afectación en Brasil.