Foto: New York Post.
Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate Expeditions y fundador de Humans2Venus, está decidido a llevar a la humanidad a un nuevo nivel de exploración espacial. A pesar de la tragedia del sumergible Titán, Söhnlein ha puesto en marcha un ambicioso proyecto que desafía los límites de los viajes extremos y su objetivo es establecer una colonia flotante en Venus para el año 2050, que albergaría a 1000 seres humanos.
La iniciativa de Humans2Venus tiene como propósito establecer una presencia humana permanente en la atmósfera venusiana. Según Söhnlein, hay una porción de la atmósfera del planeta, a unas 30 millas de la superficie, donde los humanos podrían teóricamente sobrevivir.
La idea es crear una colonia flotante que pueda resistir las condiciones extremas de Venus, incluyendo los ácidos sulfúricos en las nubes del planeta.
Aunque aún no se ha abordado cómo la estación espacial propuesta lidiaría con los vientos huracanados de 224 millas por hora característicos de Venus, Söhnlein se muestra optimista y considera que la idea es factible para 2050.
Venus ha sido elegido como destino debido a su gravedad superficial, similar a la de la Tierra. Además, a través de su trabajo en OceanGate y Humans2Venus, Söhnlein busca hacer realidad la posibilidad de que la humanidad se convierta en una especie multiplanetaria.
Sin embargo, la aventura de OceanGate no estuvo exenta de riesgos, y el reciente accidente del sumergible Titán marcó un trágico suceso que se llevó la vida de cinco pasajeros, incluido el cofundador Stockton Rush.
A pesar de ello, Söhnlein mantiene su visión y cree que la exploración submarina y los sumergibles tripulados pueden allanar el camino hacia la exploración espacial.
Humans2Venus será una operación de financiación privada, con el objetivo de abaratar los costos de la exploración espacial. De esta manera, Söhnlein considera que un "grupo privado" puede llevar adelante esta visión y posiblemente hacerlo más rápido que una agencia gubernamental como la NASA.
