La justicia chilena ha dado un nuevo paso en la búsqueda de la verdad sobre la muerte del poeta y premio Nobel Pablo Neruda. Se ordenó la reapertura de la investigación para esclarecer las causas de su fallecimiento en 1973, en medio del convulso contexto político de la dictadura de Augusto Pinochet.
La Corte de Apelaciones ha cancelado la decisión de cerrar la investigación hecha en diciembre pasado. Ahora, han pedido hacer nuevas investigaciones que pidieron los demandantes. Esto incluye un nuevo análisis de la escritura en el certificado de defunción del Dr. Vargas Salazar y revisar los resultados de las investigaciones hechas por expertos de las Universidades de McMaster y Copenhague, quienes estudiaron los restos del poeta.
Además, la justicia ha citado a declarar a nuevos testigos y a un experto en el estudio de la bacteria "costridium botulinum", que podría haber sido inoculada al Nobel.
La investigación judicial se inició después de que en 2011 el exchofer de Neruda, Manuel Araya, sugiriera a la prensa que el poeta pudo haber sido envenenado por la dictadura de Pinochet, que dejó un oscuro legado de más de 3.200 muertos y unos 38.000 torturados, según cifras oficiales.
La reapertura de este caso emblemático no solo busca esclarecer la verdad sobre la muerte de uno de los iconos literarios de Chile y del mundo, sino también busca aclarar los eventos oscuros que ocurrieron en uno de los momentos más difíciles de la historia de ese país de Sudamérica.