El líder demócrata y presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, ha promovido durante sus primeros días en la presidencia la importancia que su gestión dará a la comunidad latina, iniciando una nueva era.
Algunos de los indicios que han avizorado una etapa trascendental para los hispanos en EEUU se resumen en la reforma migratoria que ha propuesto el nuevo mandatario.
Pero a la petición de la ciudadanía de once millones de indocumentados se suman a otros aspectos no menos relevantes que desde el miércoles que tomó las riendas de la nación ha promovido.
La nueva era para los latinos en la administración Biden se refleja en la decisión del nuevo gobernante de volver a utilizar el sitio web en español de la Casa Blanca que Donald Trump mantuvo cerrado durante sus cuatro años de gestión.
Desde el primer día del mandato del líder demócrata no obvió señales de reconocimiento a los latinos, quienes se han convertido en la segunda fuerza electoral de los EEUU.
Uno de los tributos a esa labor hispana en EEUU fue colocar el busto del activista César Chávez en la oficina Oval y la participación de la puertorriqueña, Jennifer López durante la inauguración.
La catalogada nueva era latina inició con broche de oro, cuando la estrella invitada dio un fuerte grito en español. ‘Una nación bajo Dios, indivisible, con unidad y justicia para todos’, fue la primera sorpresa de la administración Biden para los hispanos.
Horas después, se viralizaba la fotografía del gobernante firmando los decretos con el busto de César Chávez a su espalda, un reconocimiento a la lucha laboral del activista de origen mexicano.
Entre esas órdenes estaba incluida el decreto que pide al Congreso y al Senado la aprobación de la ciudadanía de once millones de indocumentados. De lograrse sería la reforma migratoria más importante de la nación que favorece a la comunidad latina.
De acuerdo con datos oficiales, los hispanos representan el 18 por ciento de la población, convirtiéndose en la primera minoría de EEUU.