El multimillonario dueño del Washington Post, Jeff Bezos, enfrentó una oleada de críticas luego de que su empresa espacial, Blue Origin, sostuviera una reunión con el expresidente Donald Trump, el mismo día en que el periódico impidió que su equipo editorial publicara una declaración de apoyo a la oponente de Trump en las elecciones presidenciales de EEUU
Según un informe de The New York Times, a finales de septiembre, Bezos se reunió en Miami con altos líderes de noticias y opinión del Washington Post para discutir sus reservas sobre la posibilidad de respaldar oficialmente a la candidata demócrata Kamala Harris en las elecciones del próximo 5 de noviembre. El viernes, el periódico confirmó que no apoyaría públicamente a ningún candidato, a pesar de que la junta editorial ya había preparado una declaración de apoyo a Harris.
Ese mismo día, el director ejecutivo de Blue Origin, David Limp, y la vicepresidenta de relaciones gubernamentales, Megan Mitchell, se reunieron brevemente con Trump en Austin, Texas, después de un discurso de campaña, según informó Associated Press. Esta reunión, sumada al contacto reciente de Andy Jassy, actual CEO de Amazon, con el exmandatario, generó indignación entre los empleados y colaboradores del periódico.
El editor Robert Kagan renunció al *Washington Post* el viernes y afirmó que la reunión entre los ejecutivos de Blue Origin y Trump no habría ocurrido si el periódico hubiera respaldado a Harris. “Trump esperó a que Bezos cumpliera lo prometido y luego se reunió con la gente de Blue Origin”, declaró Kagan al Daily Beast, sugiriendo que hubo un acuerdo entre Bezos y Trump.
La decisión de no respaldar a Harris también desató una ola de cancelaciones de suscripciones. El editor general del Washington Post, Will Lewis, defendió la postura de Bezos, aclarando que la decisión de evitar la declaración de apoyo fue suya, pero esto no apaciguó la insatisfacción entre el personal y excolaboradores. Figuras reconocidas como los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward, quienes destaparon el caso Watergate, calificaron la decisión como “decepcionante”. Por su parte, Marty Baron, exeditor del periódico, la consideró una “cobardía” y advirtió sobre los riesgos para la democracia.
Lectores de renombre, como el escritor Stephen King y la excongresista Liz Cheney, también anunciaron la cancelación de sus suscripciones.