Más de 50 universidades en Estados Unidos han informado sobre la cancelación de visas de cientos de estudiantes internacionales en las últimas semanas, una medida tomada por la administración del presidente Donald Trump que ha causado alarma y desconcierto en los campus. Según fuentes, al menos 250 estudiantes se han visto afectados por esta decisión.
A diferencia de los incidentes registrados a principios de año, cuando varios estudiantes asociados con protestas pro-palestinas fueron arrestados y deportados, no se han reportado detenciones en este caso. La cancelación de visas ha generado un ambiente de incertidumbre entre las instituciones educativas. Representantes de varias universidades han señalado que no recibieron notificación previa ni explicación clara sobre las razones detrás de estas revocaciones.
“He quedado devastada al comunicar que uno de nuestros estudiantes internacionales ha perdido su visa y su estatus académico”, declaró Heather Harris, portavoz de la Universidad Estatal de Bridgewater. En su mensaje, destacó el rol histórico de Estados Unidos como un país abierto al talento global.
El caso fue revelado tras un seguimiento interno de las universidades en sus sistemas de control de visados, luego de que el secretario de Estado, Marco Rubio, indicara que se habían anulado más de 300 visas recientemente.
La Universidad de Washington informó que al menos cinco estudiantes activos y cuatro recién graduados han perdido su estatus sin aviso previo. Algo similar ocurrió en instituciones de alto perfil como Harvard, Yale, Dartmouth, y universidades públicas como Wisconsin-Madison, Rutgers, y Virginia.
Sidra Mahfooz, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), calificó la situación como “sin precedentes”, señalando que lo habitual es que haya coordinación entre el Departamento de Estado y las universidades antes de una revocación. Esta vez, explicó, el proceso ha sido unilateral y desorganizado.
Hasta ahora, no hay evidencia de que las cancelaciones estén vinculadas al activismo político o las recientes protestas universitarias. “Todo indica que se trata de cuestiones migratorias y no de represalias por participación en manifestaciones”, explicó un portavoz de la Universidad de Pensilvania.
Por el momento, la mayoría de los estudiantes afectados siguen en el país y están recibiendo asesoría legal por parte de las universidades, la ACLU y organizaciones defensoras. La ACLU ha presentado demandas en distintos estados para restaurar el estatus migratorio de algunos de los estudiantes, entre ellos Xiaotian Liu, un alumno de posgrado de Dartmouth.
La incertidumbre persiste mientras las universidades buscan respuestas. La comunidad académica, por su parte, ha mostrado solidaridad y preocupación ante una medida que, según afirman, pone en riesgo el compromiso de Estados Unidos con la educación global.