La posibilidad de que los hermanos Erik y Lyle Menéndez obtuvieran una reducción en su sentencia se ha visto frustrada luego de que la Fiscalía de Los Ángeles decidiera retirar su respaldo a la revisión de su condena. Ambos cumplen cadena perpetua sin opción a libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989.
El fiscal del condado, Nathan J. Hochman, explicó que la decisión se basa en la falta de reconocimiento total por parte de los Menéndez sobre su responsabilidad en el crimen. Según Hochman, los hermanos no han mostrado una aceptación plena de los hechos ni han reconocido haber mentido en sus declaraciones previas.
No obstante, el fiscal dejó abierta la posibilidad de reconsiderar su postura en el futuro, siempre y cuando los acusados admitan de manera clara y sin reservas su responsabilidad en el caso. Para que se valore una nueva sentencia, sostuvo, es necesario que los hermanos demuestren arrepentimiento genuino y una reforma significativa.
Hasta ahora, el gobernador de California, Gavin Newsom, no ha otorgado un indulto, y la repetición del juicio no está contemplada. La revocación de este apoyo representa un obstáculo adicional para los Menéndez, quienes deberán probar un cambio sustancial si esperan una reconsideración judicial en el futuro.