Un trágico accidente aéreo ocurrido este miércoles cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán, ha dejado al menos 38 víctimas mortales y ha conmocionado a la comunidad internacional. La aeronave, perteneciente a Azerbaijan Airlines y operando el vuelo J28243, cubría la ruta entre Bakú, la capital de Azerbaiyán, y Grozni, en la región rusa de Chechenia.
Durante el vuelo, la tripulación solicitó un aterrizaje de emergencia debido a condiciones adversas de niebla en Grozni, siendo redirigida primero a Majachkalá, en Daguestán, y finalmente a Aktau. Sin embargo, el avión se estrelló a tan solo tres kilómetros del aeropuerto, en las costas del mar Caspio.
La OTAN ha pedido una investigación completa para determinar las causas del siniestro. Farah Dakhlallah, portavoz de la organización, expresó sus condolencias en un mensaje publicado en redes sociales, deseando una pronta recuperación a los heridos y pidiendo justicia para las víctimas.
Mientras tanto, las causas del siniestro siguen siendo inciertas. Las autoridades ucranianas han señalado la posible implicación de las defensas rusas, aunque el Kremlin ha instado a evitar conjeturas precipitadas. Entre las hipótesis se barajan un impacto con una bandada de pájaros y la explosión de una bombona de oxígeno a bordo.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia y Azerbaijan Airlines informaron que los cuerpos de las víctimas y los doce sobrevivientes, cinco de ellos en estado grave, serán repatriados a Azerbaiyán durante la jornada de este jueves. Este trágico evento deja un llamado a la reflexión y solidaridad internacional en medio del dolor.