La colección privada de Paul Allen, cofundador de Microsoft, alcanzó una cifra impresionante de 10 millones de dólares en una subasta realizada anoche en Christie’s, Nueva York. El evento, titulado "Superando los límites: la ingeniosa colección de Paul Allen", presentó 36 artículos diversos, desde dispositivos tecnológicos hasta documentos personales del fallecido empresario.
Entre los objetos más destacados, una carta histórica de Albert Einstein a Franklin Delano Roosevelt recaudó 3,9 millones de dólares. En esta carta, escrita en 1939, Einstein alertaba al presidente estadounidense sobre el potencial de Alemania, bajo el régimen de Adolf Hitler, para desarrollar una bomba nuclear.
Otro artículo notable fue una supercomputadora Cray-1, que se vendió por más de un millón de dólares. Este modelo, lanzado a finales de los años 70, marcó un hito en la computación al permitir la ejecución de tareas complejas como la simulación de patrones climáticos. También se subastó un ordenador personal Apple-1 de Paul Allen, que alcanzó un precio de 945.000 dólares.
Por otro lado, un menú de almuerzo del Titanic se vendió por 340.000 dólares, superando con creces la estimación inicial de 50.000 dólares. La carta de Einstein, el Apple-1 y este menú establecieron nuevos récords, según Christie’s.
Entre los otros objetos destacados de la colección de Allen subastados, se encuentran una máquina Enigma de 1941, utilizada para la transmisión de mensajes encriptados, que alcanzó los 718.000 dólares; un archivo de cartas de Jane Goodall, Louis Leakey y Dian Fossey sobre su investigación de primates en las décadas de 1950 y 1960, que se vendió por 40.320 dólares; y el folleto original de la serie documental de televisión ‘The Undersea World of Jacques Cousteau’, que obtuvo 37.800 dólares.
Christie’s, que previamente colaboró con los herederos de Allen en una subasta histórica hace dos años que recaudó 1.620 millones de dólares, afirmó en un comunicado que estas colecciones “contribuyen a narrar la historia de la ciencia y la tecnología desde la prehistoria hasta el presente”.
Los herederos del filántropo han prometido donar las ganancias a diversas causas benéficas, en cumplimiento con los deseos de su padre.