El pueblo alemán fue contundente en las elecciones estatales al darle el triunfo, por primera vez después de 80 años, a un partido de extrema derecha.
Se trata del movimiento político Alternativa para Alemania (AfD) que logró asestar un duro golpe al gobierno del canciller Olaf Sholz a solo un año de las elecciones federales.
Desde que los centros de votaciones comenzaron a cerrar se preveía el triunfo del partido de derecha, convirtiéndose en el primero en ganar las elecciones después de 80 años, exactamente desde la época nazi.
Expertos han señalado que el triunfo del partido de derecha, el primero desde 1945, genera preocupación para la coalición centro-izquierda que no logró detener el avance del AfD.
El canciller de Alemania calificó los resultados de amargos e hizo un llamado a los partidos mayoritarios a excluir al partido emergente de coaliciones futuras.
"Todos los partidos democráticos están llamados ahora a formar gobiernos estables sin extremistas de derechas", dijo ante el inminente triunfo de del partido opositor.
Agregó que la AfD, el ganador de las elecciones estatales después de 80 años, está dañando a Alemania; debilitando la economía, arruinando la reputación del país y dividiendo a la sociedad.
Entre las políticas del partido emergente se destaca la expulsión inmediata de todos los inmigrantes ilegales de los extremistas, refiriéndose a los musulmanes.
El partido que logró acaparar al electorado es relativamente nuevo, fue fundado en el 2013 para oponerse al euro y al apoyo a la llegada de miles de refugiados.