En los últimos meses, diversos grupos de investigadores se han dedicado a explorar la posibilidad de descubrir nuevos astros en el universo, los cuales podrían proporcionar valiosa información acerca del origen de nuestra galaxia y la manera en que los planetas que la componen se formaron.
Asimismo, ciertos especialistas albergan la esperanza de hallar otros planetas que en un futuro podrían albergar a la humanidad como un nuevo lugar para habitar.
Dentro de este contexto, se dio a conocer recientemente un estudio publicado en la revista Nature, que revela el descubrimiento de un planeta sólido que muestra indicios de tener una superficie dominada por volcanes.
De acuerdo con el mencionado artículo, el planeta conocido como LP791-18d, que gira alrededor de una estrella, ha experimentado una leve deformación causada por su propia fuerza gravitatoria debido a su intensa actividad volcánica que abarca toda su superficie.
Por ende, es un planeta que podría asemejarse a una representación infernal si algún día fuera habitado por seres humanos, debido a sus ríos de lava y temperaturas extremadamente altas que harían imposible la existencia de cualquier forma de vida.
El estudio, llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Montreal, destaca que este planeta posee una característica poco común conocida como "acoplamiento de marea", donde un lado del planeta siempre está permanentemente enfrentado hacia su estrella.
Björn Benneke, el científico a cargo de la investigación, planteó la teoría de que uno de los lados del planeta posiblemente tendría una temperatura tan alta que sería imposible la presencia de agua líquida en esa región. Sin embargo, la constante actividad volcánica en toda su superficie del planeta podría contribuir a la existencia de una atmósfera en el planeta, gracias a la interacción con el agua que se encuentra en la zona más fría.
Los científicos sostienen la hipótesis de que, en cada órbita, un pequeño planeta se acerca significativamente a LP791-18d, generando una fuerza gravitatoria entre ambos cuerpos celestes. Esto provoca que la órbita del planeta adopte una forma elíptica que se deforma ligeramente cada vez que el mundo rocoso completa su giro alrededor de su estrella.
Sin embargo, estas deformaciones en la trayectoria contribuyen a generar suficiente fricción interna, lo que resulta en el calentamiento del interior del planeta y desencadena una intensa actividad volcánica.
Los especialistas afirman que este fenómeno también ocurre entre Júpiter y su luna Ío, lo que explica la actividad volcánica mucho más intensa en comparación con otros cuerpos celestes en nuestro sistema solar.
Sin embargo, los expertos sugieren que hay una región en ese planeta donde la presión y temperatura podrían permitir la existencia de agua líquida en su superficie. Esto se debe a que ese lado del planeta no recibe la luz directa de la estrella, lo que resulta en temperaturas lo suficientemente bajas como para que el agua pueda condensarse y permanecer en la superficie.
En la actualidad, es necesario que los investigadores recopilen más información para ampliar nuestro conocimiento sobre la atmósfera y comprender los otros efectos de la continua actividad volcánica en el planeta LP791-18d.
Es importante resaltar que hace unos meses, la NASA descubrió otro exoplaneta que fue descrito como un lugar infernal en el universo.
Utilizando el telescopio James Webb, la agencia espacial logró recopilar información sobre el exoplaneta conocido como 55 Cancri e, también llamado "supertierra". Este planeta ha sido descubierto con una capa de lava de una manera nunca antes observada en ningún otro lugar.
Este descubrimiento ha despertado un gran interés en la comunidad científica, ya que la diversidad geológica de esta supertierra podría proporcionar una comprensión más profunda de la evolución de los planetas rocosos similares a nuestro planeta Tierra.