Fotos: REUTERS/Mohammad Ismail / EFE
Multitudinarias protestas han estallado en Pakistán luego de que el primer ministro de ese país, Imran Khan culpara el aumento en los casos de violación a la forma en que las mujeres se vestían.
Los comentarios del premier pakistaní han sido duramente criticados y activistas por los derechos de las mujeres los han denunciado como una perpetuación de la cultura de culpabilización de las víctimas.
El primer ministro realizó las declaraciones durante un programa de televisión en vivo a principios de esta semana, luego de que se le preguntara que estaba haciendo el gobierno local para frenar el aumento de la violencia sexual contra las mujeres y los niños.
“¿Cuál es el propósito del purdah?”, preguntó el primer ministro, haciendo referencia a la práctica de la reclusión, el uso del velo o vestimenta de las mujeres en algunas comunidades del sur de Asia. Khan sostuvo que el purdah sirve para “detener la tentación. No todo hombre tiene fuerza de voluntad. Si sigues aumentando la vulgaridad, tendrá consecuencias”.
La reacción fue instantánea, la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, exigió que el primer ministro se disculpara por sus comentarios los cuales calificó de “comportamiento inaceptable por parte de un líder político”.
“Esto no solo revela una desconcertante ignorancia de dónde, por qué y cómo ocurre la violación, sino que también culpa a las sobrevivientes de violación”, dijo el grupo independiente.
Ante la ira de miles de personas en el país, la oficina de Khan emitió un comunicado en el que decía que las declaraciones del primer ministro habían tergiversadas.
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“El primer ministro habló sobre las respuestas de la sociedad y la necesidad de unir nuestros esfuerzos para eliminar por completo la amenaza de la violación”, lee el comunicado. “Desafortunadamente parte de su comentario, consciente o inconsciente, ha sido distorsionado para significar algo que nunca tuvo la intención”, agregó.
Actualmente en Pakistán existen pocas estadísticas confiables sobre los crímenes sexuales, pero de acuerdo con los activistas y defensores de derechos humanos, en parte es porque las víctimas a menudo son tratadas como criminales o declaradas culpables por las agresiones.
