Rehan Staton, es testigo de cómo se deben superar los obstáculos, una vida llena de ellos le han hecho invencible. El estudiante que pasó de recoger basura para pagar la universidad, ahora es miembro de comunidad estudiantil Harvard Law.
Han pasado cuatro meses de la noticia que se viralizó en las redes sociales, hace unos días la empresa Greater Boston recordó su historia y se ha viralizado por su mensaje alentador que le hacer recordar nuevamente su historia.
Su meta es ser un abogado destacado en los Estados Unidos, sueño que hoy inicia gracias al impulso de sus compañeros de la empresa recolectora de basura donde comenzó a trabajar tras frustrarse sus sueños y ser rechazado de todos los centros de educación superior.
′′Muhammed Ali tiene una cita, y es mi cita favorita que me repito todos los días: No te rindas. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como campeón. Me lo he dicho a mí mismo durante la última década, y eso es lo que vivo," dijo Staton tras cuatro meses de ser miembro de Harvard.
Asegura que esa frase se la ha repetido durante una década y hoy que inicia su sueño de ser abogado, no cansa de recordarla cada mañana.
El estudiante que pasó de recoger basura a Harvard, creció en una familia que hasta los 8 años de edad le dieron educación privada que incluía un tutor. Pero esas vueltas de la vida hicieron que todo cambiara.
“Todo cambio cuando mi madre se fue del país y mi padre perdió el trabajo, luego tuve que trabajar para pagar las cuentas”, recuerda con nostalgia la vida perfecta que se derrumbó en segundos.
Staton, pasaba enojado y hambriento por las tantas dificultades económicas en su hogar, lo que afectó su desempeño académico pasando de ser un niño en el cuadro de honor a bajar su rendimiento horriblemente.
Fue motivado a dejar la escuela por una maestra que le recomendó educación especial, sin imaginar que era un joven que un hogar desintegrado y sin los recursos necesarios para salir adelante.
"Mi padre no me permitió dejar la escuela y decidió buscar asistencia comunitaria", recuerda estudiante que pasó de recoger basura a Harvard para llegar a donde está.
Un ingeniero aeroespacial decidió ocuparse de él, logrando sacar nuevamente todo su potencial. “Terminé en el cuadro de honor el resto del año. Era como mi tío o padrino que me daba comida y un lugar para quedarme”.
Indicó que por situaciones del destino la asesoría se detuvo y sus calificaciones volvieron a bajar, lo que reflejaba que su bajo rendimiento era producto de falta de una buena alimentación.
Con mucho esfuerzo pasó sus años en la escuela secundaria como un atleta talentoso, entrenando religiosamente para convertirse en un boxeador profesional, pero nuevamente vendrían los obstáculos a su vida.
Tras ganar muchas competencias en artes marciales sufrió una tendinitis severa que tardó años en sanar, frustrándole su sueño de ser un boxeador.
Cuando se recuperó de las lesiones, sin trabajo y con bajo rendimiento escolar, el estudiante que pasó de recoger basura a Harvard optó por trabajar como recolector de basura en una empresa de saneamiento, pero ese no era su lugar.
Fueron sus compañeros que empezaron a preguntarle qué hacía ahí, empezaron a recordarle lo inteligente que era hasta motivarlo a postularse nuevamente en una universidad, la mejor, 'HARVARD'.
"Ellos decían eres inteligente… Eres demasiado joven para estar aquí. Ve a la universidad y vuelve si no funciona", contó el joven promesa como fue que decidió intentar estudiar derecho en la prestigiosa universidad.
Indicó que ni los maestros, ni los líderes de la iglesia ni personas de escalones superiores lo motivaron, “fueron los trabajadores de saneamiento los que me animaron hasta hacerme querer ir a la escuela.
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