Este martes 28 de junio se cumplen 13 años de aquel fatídico día en donde fuerzas políticas y oscuros grupos de poder gestaron un golpe de Estado contra el presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales en horas de la madrugada, enviando militares a irrumpir su residencia y expulsarlo a Costa Rica, concretando un nefasto zarpazo a la democracia, que significó el rompimiento del orden constitucional.
Manuel Zelaya Rosales comenzó su gobierno en el año 2006, en su mandato el país se adhirió a la iniciativa Petrocaribe, a la alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y se caracterizó por ser un gobierno que velaba por los intereses del pueblo y los más pobres.
Durante su administración Zelaya 3 años y medio, algunos de los logros del Poder Ciudadano fueron: Crecimiento económico del 5.6%, se generaron 114,000 nuevos empleos, 200,000 familias salieron de la pobreza extrema, el ingreso de las familias hondureñas se elevó en un 18%, la inversión en educación fue de 9.5% del Producto Interno Bruto una de las mayores en América Latina en ese entonces.
Zelaya fue un fiel aliado de Cuba y del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
El presidente propuso una consulta no vinculante en la que se le iba a preguntar a los hondureños si aceptaban que en las elecciones de noviembre de 2009 se les consultara si estaba o no de acuerdo con una Asamblea Nacional Constituyente, medida que alarmó a los sectores de poder y las oligarquías del país y fue el detonante para derrocar al mandatario.
Tras el golpe de 2009, sectores populares liderados por la entonces primera dama de Honduras, Xiomara Castro dieron inicio a una intensa lucha en las calles durante 12 años que en noviembre del año pasado culminó con la victoria de Castro, quien se convirtió en la primera mujer presidenta en los 200 años de historia del país.
El poder regreso al soberano de la mano de un gobierno que busca la reconciliación y revertir todo el daño, la corrupción, la impunidad, la miseria, las violaciones de derechos humanos y la desigualdad que durante 12 años hundieron al pueblo hondureño, que estuvo bajo una narcodictadura.
Uno de los eventos que se llevó a cabo en conmemoración de este día, fue la inauguración de la Plaza Isy Obed, donde Zelaya recordó que “Este acto simboliza mucho para todos los que hemos sufrido en carne propia todos los vejámenes de un golpe de Estado, de una dictadura, de una narco y corrupta dictadura que oprimió este pueblo por más de 12 años antes que toda la nación se pusiera de pie y el 28 de junio reivindicando y revirtiendo el golpe de Estado el 28 de noviembre dio su voto masivo por la primera mujer presidenta de Honduras Xiomara Castro Sarmiento”.