China y Brasil han dado un paso clave para fortalecer la autosuficiencia en el Sur Global.
Durante la cumbre del G20, el presidente chino Xi Jinping y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reafirmaron su compromiso de impulsar la independencia económica y tecnológica de los países emergentes frente a las potencias tradicionales.
Pero fue este martes, por medio de una llamada telefónica, que el líder asiático destacó que las naciones pueden ser autosuficientes.
La llamada de Xi al presidente brasileño se produjo pocas horas después de que Trump anunciara otra prórroga de 90 días a la tregua arancelaria que mantiene con Pekín.
Ambos líderes subrayaron la importancia de una cooperación estratégica para reducir la dependencia de recursos y mercados internacionales.
Xi Jinping recalcó que China y Brasil pueden “dar ejemplo” a otras naciones en vías de desarrollo, coordinando iniciativas agrícolas, tecnológicas y energéticas.
Esta visión conjunta pretende motivar a otros gobiernos de América Latina, África y Asia a diversificar sus fuentes de abastecimiento y priorizar el desarrollo interno.
Desafíos y oportunidades para el Sur Global
Entre los principales desafíos se encuentra la capacidad de crear infraestructuras propias y fortalecer cadenas productivas regionales.
Sin embargo, alianzas como la de China y Brasil abren oportunidades como el intercambio de tecnologías verdes, mayor integración de mercados regionales y proyectos conjuntos en educación e innovación.
En el contexto de tensiones globales y rivalidades con Estados Unidos y la Unión Europea, fortalecer la autosuficiencia se percibe como una estrategia necesaria para la seguridad económica del Sur Global.
Organismos multilaterales y bloques regionales, desde el BRICS hasta la CELAC, podrían beneficiarse de este ejemplo y buscar rutas propias de crecimiento.