El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró recientemente que, de ser necesario, derribará aviones venezolanos en el Caribe si estos llegan a representar una amenaza para las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región. La advertencia de Trump surge en un contexto de creciente tensión entre EEUU y Venezuela, especialmente en áreas estratégicas como el Mar Caribe.
Las declaraciones de Trump rápidamente generaron respuestas tanto de funcionarios venezolanos como de analistas internacionales, quienes consideran que este tipo de anuncios podrían escalar la volatilidad en el Caribe.
Venezuela, por su parte, ha rechazado categóricamente cualquier señal de amenaza militar y ha reiterado su llamado al diálogo, mientras que sectores en EEUU defienden la necesidad de proteger a sus fuerzas en las zonas marítimas cercanas. El Caribe, históricamente, ha sido escenario de disputas geopolíticas entre potencias, pero en los últimos meses la fricción entre EEUU y el gobierno de Nicolás Maduro se ha intensificado, especialmente en torno a ejercicios militares y vuelos de patrullaje.Para Centroamérica y Latinoamérica, donde la estabilidad regional es clave para la economía y la seguridad, las advertencias de Trump abren un nuevo foco de preocupación.
Expertos en seguridad alertan sobre los riesgos de una escalada que pueda afectar el tráfico aéreo, los comercios y la migración en la zona.Como antecedentes, incidentes previos han involucrado a aviones venezolanos y aeronaves estadounidenses en misiones de reconocimiento, lo que refuerza la incertidumbre ante posibles choques directos.
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