Los problemas de sueño son cada vez más comunes en una sociedad que vive a un ritmo acelerado, y las consecuencias pueden ser más graves de lo que muchos piensan. Según la experta en sueño Elizabeth Klerman, del Hospital General de Massachusetts y profesora en la escuela de medicina de Harvard, la falta de descanso adecuado no solo afecta la energía diaria, sino que también puede tener un impacto negativo en la salud a largo plazo.
Los desequilibrios en los hábitos de sueño, causados por extensas jornadas laborales, problemas familiares o actividades nocturnas, pueden derivar en ausentismo, accidentes automovilisticos y errores en el trabajo, según algunos expertos de Harvard en una publicación de The Harvard Gazette. Además, la falta de sueño está vinculada con problemas de salud como trastornos del estado de ánimo, enfermedades cardiovasculares, aumento de la obesidad, cáncer, demencia y problemas neurológicos, según el profesor Till Roenneberg, cronobiólogo de la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich.
Aunque lo ideal es mantener un descanso adecuado todas las noches, Klerman y Roenneberg reconocen que, en medio de las obligaciones diarias, esto puede ser difícil. Sin embargo, sugieren que los fines de semana pueden ser una buena oportunidad para reponer las horas de sueño perdidas durante la semana.
Señales como la necesidad de un despertador para levantarse, dormir profundamente al instante de acostarse o sentir la necesidad de hacer varias siestas durante el día pueden ser indicadores de un mal descanso. En estos casos, los expertos recomiendan reevaluar los hábitos de sueño.
Harvard ofrece algunos consejos para mejorar la calidad del descanso, como reservar la cama solo para dormir, establecer un ritual de sueño relajante, evitar comidas pesadas antes de dormir y moderar el consumo de alcohol y cafeína durante el día.