Scott Ruskan, un nadador de la Guardia Nacional que realizaba su primera misión, se convirtió en el héroe sin capa en el rescate de más de 600 menores que se encontraban en el Camp Mystic cuando se registró la crecida del río Guadalupe.
Durante las horas críticas de socorro, el nadador logró poner a salvo a 165 personas que se encontraban atrapadas en la zona de devastación, donde desafortunadamente fallecieron 27 personas, en su mayoría menores de edad.
Según el relato de Ruskan, estaba en la Estación Aérea de Corpus Christi cuando se recibió el llamado de emergencia, obligándolo a realizar su primera misión como nadador de la Guardia Nacional.
El socorrista, de 26 años de edad, indicó que antes de iniciar el rescate voló siete horas desde Corpus a Texas, convirtiéndose en el único socorrista en la zona, algo que las personas se percataron y empezaron a confiar en él.
"Descubrí que era la única persona allí en lo que respecta a los socorristas. Así que tuve unos 200, en su mayoría niños. Todos asustados, aterrorizados, fríos, teniendo probablemente el peor día de su vida. Y simplemente necesitaba clasificarlos, llevarlos a un nivel más alto de atención y sacarlos de la zona de inundación".
Ruskan relató que tuvo que confiar en el entrenamiento que había recibido e iniciar las labores de rescate que le permitieron sacar a 165 personas y ponerlas a salvo.
"Realmente confié en el entrenamiento que recibimos. Los nadadores de rescate de la Guardia Costera reciben una de las capacitaciones de más alto nivel en el mundo. Así que realmente confié en eso, sabiendo que cualquiera de los nadadores de rescate en la Guardia Costera habría hecho exactamente lo mismo, si no mejor, que yo".