Una red de pelea de perros ubicada en Carolina del Norte, Estados Unidos, fue derribada tras el rescate de más de 300 perros que eran maltratados y obligados a participar en peleas clandestinas de perros.
El hecho se dio cuando un equipo de más de 60 agentes del orden público federales y estatales, realizó una operación sorpresa para llevar a cabo 23 órdenes de arresto, en seis condados donde se lograron rescatar 305 canes.
La Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos, ayudó en el rescate y su posterior asignación a refugios, mencionando que los perros se encontraban “preocupantemente delgados” y que fueron encontrados encadenados y enjaulados, sin acceso a alimentación o líquidos.
“Obligar a los perros a pelear, a menudo hasta la muerte, para el disfrute de los demás, no solo es un delito federal, también es cruel, sádico y puede crear un refugio para otras actividades ilícitas que involucran drogas y armas de fuego”, manifestó el fiscal federal, Adair F. Boroughs.
En el lugar fueron arrestadas 20 personas por “cargos estatales relacionados con la crueldad hacia los animales y las peleas de perros”, además de confiscar 30 armas y 40 mil dólares en efectivo.
La vicepresidenta de la organización Humane Society, Adam Parascandola, que ayudó en el rescate, declaró que “es realmente angustioso encontrarse con perros gravemente heridos, encadenados a árboles o dejados languidecer en un corral, en lugar de recibir la atención que necesitan desesperadamente”.
Asimismo, Parascandola agradeció a todas las agencias que intervinieron en favor de los perros “este es el último día que van a tener que vivir así” añadió.
Según el comunicado entregado por el Departamento de Justicia de Carolina del Norte, acciones como poseer, entrenar, vender, comprar, entregar, recibir o transportar perros destinados a peleas de perros, es un delito que puede costar hasta cinco años de cárcel.