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El gobierno de Oklahoma ha generado polémica luego de ordenar de forma inmediata y estricta la incorporación de la Biblia en los colegios y escuelas públicas.
Fue el superintendente estatal, Ryan Walters, quien confirmó la medida obligatoria para el sistema educativo público del país.
La decisión de la máxima autoridad educativa de Oklahoma incluye a alumnos de 10 a 18 años que estudian en colegios o escuelas públicas del estado.
La incorporación de la Biblia se suma a la decisión de Luisiana de obligar a los centros educativos a exhibir en murales los Diez Mandamientos en todas las aulas de clases.
Walters asegura que se trata de una estrategia para evitar que la ideología de género se apodere de los jóvenes.
"La Biblia es un documento histórico necesario para enseñar a nuestros hijos sobre este país. Cada maestro, cada aula en el estado, tendrá una Biblia y se enseñará", dijo el superintendente.
Confirmó que la medida es obligatoria y estricta, sin mencionar qué pasará si alguna institución se niega a acatar la orden.
Una vez confirmado que Oklahoma mantendrá firme la medida, organismos de derechos humanos y asociaciones estudiantiles han calificado la ordenanza como un abuso de poder.
"Las escuelas públicas no son escuelas dominicales para leer la Biblia. Esto es nacionalismo cristiano de manual. Walters está abusando del poder de su cargo público para imponer sus creencias religiosas a los hijos de los demás", esgrimió la directora ejecutiva de Estadounidenses Unidos.
