El caso de una mujer que pagó el doble asiento por su obesidad para ir cómoda y una madre quería obligarla a que se lo diera a su hijo se viralizó en las redes sociales.
La historia trascendió en la prensa y en los medios de comunicación cuando la madre del niño contó su relato y la mujer involucrada se defendió diciendo que ella pagó por el asiento extra.
Todo comenzó cuando la mujer llegó a su asiento y vio que un niño estaba en él y le pidió que le diera permiso que ella había pagado el doble asiento.
La madre el menor no dudó en pedirle que por favor le diera permiso de que su niño se sentara con ella, ya que no había pagado por él.
La mujer que pagó por el vuelo dijo que aunque está trabajando con su peso y ha progresado, sigue siendo obesa y por eso paga un asiento extra.
"Estoy trabajando activamente para perder peso y he progresado, pero sigo siendo obesa", dijo al defenderse de la madre, que no escatimó ningún esfuerzo para llevar a su hijo cómodo.
Cientos de personas le han dado la razón a la mujer que pagó doble asiento, pero también hay otros que la critican por no ser empática con la progenitora.
La afectada indicó que la mirada de muchos en el vuelo la recriminaron por no darle el asiento a la madre que quería a la fuerza ir cómoda con el dinero de otra persona.
Hace unos meses, una joven propuso vuelos solo para adultos para no escuchar llorar a niños; luego que su vuelo se arruinó por un pequeño que lloró tres horas.
"¿Por qué no existen los vuelos solo para adultos? Yo pagaría mucho dinero”, dijo generando polémica.