Una pareja de diseñadores europeos han creado una mascarilla inteligente, que permite detectar focos de contagio, se desinfecta sola y además facilita la comunicación.
Álvaro González y Simona Lacagnina, son los creadores del cubrebocas innovador en tiempos de pandemia.
“Queríamos aportar de alguna manera nuestro granito de arena a la situación”, dijo Gonzáles al ser consultado por el medio DW.
Detalló que la mascarilla inteligente lleva por nombre Cliu y se basa en tres pilares que la hacen especial y una de las mejores en el mundo.
Inclusividad, sostenibilidad y tecnología son las bases de tapabocas que busca ayudar a las personas con problemas auditivos y además mejorar la protección para evitar la propagación del contagio.
“Las personas con problemas auditivos están acostumbradas a leer los labios de los otros cuando hablan”, dijo el diseñador al hablar de la pantalla transparente con la que cuenta la mascarilla inteligente.
SOSTENIBLE
Sobre la sostenibilidad, ambos creadores resaltaron que se trata de un mecanismo reutilizable, lo que proporciona menos gasto económico.
El diseño cuenta como filtros antimicrobianos y bioactivos y con materiales que son biomédicos, antialérgicos y certificados.
“Leímos en un artículo que dentro de poco tiempo habrían más mascarillas desechables en el mar que medusas”, dijo González al hablar de los beneficios de la mascarilla inteligente reutilizable.
TECNOLÓGICO
Entre las cualidades tecnológicas, sus creadores resaltaron la capacidad del tapabocas de medir la calidad del aire, la contaminación y los focos de coronavirus activos a su alrededor.
Lo anterior se ejecuta gracias a una serie de micrófonos y algoritmos incorporados para medir la respiración y la frecuencia cardíaca.
Además, de soportar temperaturas de hasta 200 grados, la mascarilla inteligente tiene una base de carga de luz ultravioleta que hace que en cuestión de minutos pueda desinfectarse.
PROYECTO
El proyecto promete expandirse gracias a la colaboración de crowdfundig, aportando para la elaboración de dos mil mascarillas que estarán listas para octubre.
“Se ha hecho tan viral esto que estamos casi sin dormir para que todo esté listo cuando antes”, confió González.
El precio de la mascarilla inteligente ronda en los 90 euros y podría subir hasta los 250, imposibilitando a los sectores empobrecidos de Latinoamérica poder adquirirla.
