Jill Biden, se convirtió en la futura primera dama de los EEUU una vez se dieron a conocer los resultados de los estados clave en el proceso electoral que confirmaron que su esposo, Joe Biden, es el próximo presidente.
Pero ¿Quién es la futura primera dama? Con un doctorado en Educación y líder feminista, Jill Biden se ha comprometido a mejorar la lucha de ambos sectores con proyectos que pretende impulsar cuando llegue su esposo al poder.
Durante la campaña electoral, la esposa de Joe Biden prometió mejoras para las condiciones de educación y la calidad de vida del profesorado.
Sus planes son seguir trabajando como maestra durante el mandato de su esposo. De cumplirse la promesa será la primera dama de la historia con un trabajo remunerado fuera de la Casa Banca.
No es la primera vez que lo hace, mientras Joe Biden fungía como el vicepresidente de los EEUU, ella continúo su labor de impartir clases, su amor por el magisterio es algo que profesa en sus redes sociales.
La futura primera dama se identifica como una educadora de por vida. "Los centros de formación profesional son uno de los secretos mejor guardados de este país", dijo Jill Biden sobre su profesión.
Tiene 69 años de edad y es originaria de nueva Jersey, es la mayor de cinco hermanas. Creció en un suburbio de Filadelfia y se casó a muy temprana edad con su novio de secundario de quien se divorció pronto.
Conoció a Joe Biden en 1975, en una cita a ciegas, ella tenía 24 años de edad y Biden 33 años, ya era senador y su primera esposa había muerto en un accidente de tránsito. Ambos se casaron en 1977 y en 1981 procrearon a Ashley Biden.
Como toda una amante del magisterio, la futura primera dama lanzó el libro ‘Donde entra la luz’, el cual trata de cómo se enamoró de Joe Biden y describe los primeros años juntos.
Jill Biden, tiene una licenciatura, dos maestrías y un doctorado en estudios educativos. Se desempeña como docente en North Virginia Community College.
Como segunda dama, durante la administración de Barack Obama, lanzó dos proyectos para apoyar a los soldados, y especialmente a sus familias.
Desde 1993, la esposa de Biden dirige una fundación para niñas y mujeres referentes a la importancia del diagnóstico de cáncer temprano.