Honduras, uno de los países más violentos para defensores de derechos humanos y activistas ambientales ha adquirido una deuda con la NO violencia contra las mujeres.
Crímenes de alto impacto como el de Berta Cáceres, Jeannethe Kawas y lideresas indígenas en defensas de sus territorios y sus derechos, empañan la conmemoración del Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer.
En lo que va del 2019 más de cuatro mujeres garífunas fueron asesinadas en Honduras, todas ligadas a las luchas sociales de sus pueblos.
Uno de los crímenes que conmocionó al mundo fue el de Berta Cáceres, dirigente Lenca que fue ultimada a balazos la noche del 3 de marzo de l 2016 por defender el río Guancarque, en La Esperanza, Intibucá.
Cáceres, fue cofundadora de Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) y cuyos autores intelectuales no han sido enjuiciados, según denuncia de familiares.
Otro de los asesinatos que son un precedentes fue asesinada en 1995, durante una férrea lucha por la protección del ambiente de la zona que ahora lleva su nombre y conocido en aquellos tiempo como Punta Sal.
Fue ultimada con arma de fuego por dos hombres no identificados en su casa en el Barrio El Centro, en la ciudad de Tela Atlántica.
Desde el 17 de diciembre del 1999 cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer, recordando el asesinato de las tres hermanas Miralda, quienes fueron salvajemente ultimadas por la dictadura de Rafael Truijillo en República Dominicana.