El ambientalista Roberto Antonio Argueta fue asesinado a balazos la mañana de este miércoles por hombres fuertemente armados que lo interceptaron en las cercanías del hospital San Isidro, Tocoa, Colón.
Argueta, junto a diez personas más, fue judicializado por oponerse a los trabajos mineros en Guapinol que han causado enormes daños ambientales.
La lucha ecológica se intensificó cuando los trabajos de Inversiones Los Pinares empezaron a mermar el río de la zona, dejándolos sin el vital líquido.
Contra Argueta fue emitida una orden de captura por los delitos de asociación ilícita y portación de armas, como parte de la criminalización del régimen por defender los recursos ambientales.
El lunes 26 de agosto los tribunales hondureños dictaron detención judicial a siete ambientalistas por el conflicto en el sector de Guapinol, departamento de Colón.