El político, al enterarse de los históricos resultados para su partido, compareció ante sus seguidores, enviando un fuerte mensaje a EEUU. / Imagen de archivo, cortesía.
El partido la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de Friedrich Merz, se convirtió el domingo en el gran ganador de las elecciones en Alemania, con un 28.6% de los votos.
De acuerdo con los resultados oficiales, el líder conservador alemán se convertiría en el próximo canciller del país, representando un cambio significativo para la política del país, con un discurso desafiante contra el gobierno de Estados Unidos (EEUU).
"La ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo el 20%, situándose como la segunda fuerza política del país. El partido oficialista Socialdemócrata de Alemania (SPD) quedó en el tercer lugar, solo con un 16%, seguido por el Partido de los Verdes, que lograron un 11,6%", se detalló sobre los resultados favorecedores para Friedrich Merz.
Merz ha prometido al pueblo alemán bajar los impuestos y recortar el gasto social para relanzar la estancada económica del país.
Una de las promesas de campaña, que para los expertos ha logrado tener tanta aceptación entre los votantes, es la "mano dura contra la migración ilegal".
Desde enero que Friedrich Merz se valió de la promesa de campaña de luchar contra la migración ilegal, comenzó a sumar adeptos que lo convirtieron el domingo en el futuro canciller alemán.
El político, al enterarse de los históricos resultados para su partido, compareció ante sus seguidores, enviando un fuerte mensaje a EEUU.
“Las intervenciones de Washington no fueron menos dramáticas y drásticas y, en última instancia, escandalosas que las intervenciones que hemos visto por parte de Moscú”, dijo el futuro canciller alemán.
Indicó que su meta será, una vez en el poder, lograr que Europa se fortalezca y se independice de EEUU. “Mi prioridad absoluta será fortalecer Europa lo más rápido posible para que, paso a paso, podamos lograr realmente la independencia de los EEUU”.
Según Friedrich Merz, el gobierno de Trump es indiferente al futuro de Europa.
