Un sorprendente hallazgo en los Alpes italianos ha revelado un ecosistema fosilizado que permaneció oculto durante 280 millones de años. Este descubrimiento, expuesto desde el 13 de noviembre de 2024 en el Museo de Historia Natural de Milán, ofrece una ventana única al pasado remoto de la Tierra.
Los fósiles desenterrados incluyen huellas de al menos cinco especies distintas de reptiles, anfibios e insectos. Estas marcas detalladas, que muestran dedos largos y estelas de colas en movimiento, reflejan "increíbles rastros de vida prehistórica", según explicó el museo en un comunicado.
El hallazgo comenzó gracias a una alpinista que, al descubrir una huella, alertó a un experto. Desde 2023, un equipo de científicos ha documentado y mapeado cientos de estas huellas a casi 3.000 metros de altitud. Lorenzo Marchetti, uno de los paleontólogos involucrados, destacó la asombrosa conservación de los detalles, como las marcas de las yemas de los dedos y la textura de la piel de algunos animales.
Cristiano Dal Sasso, otro paleontólogo del museo, indicó que estos rastros pertenecen a criaturas de la era del Pérmico, mucho antes de la aparición de los dinosaurios. “Algunos de estos animales podían alcanzar entre 2 y 3 metros de longitud, dejando huellas que demuestran su considerable tamaño”, comentó.
Además de las huellas de animales, se encontraron evidencias de antiguos ambientes acuáticos, como ondulaciones de olas en las orillas de lagos prehistóricos y marcas de gotas de lluvia que quedaron impresas en el barro antes de solidificarse en roca. Estas formaciones se hallaron en el parque regional de Orobie Valtellinesi, en la provincia de Bérgamo, al norte de Italia.
Los investigadores destacaron que este ecosistema refleja un período de calentamiento global provocado por inmensas erupciones volcánicas y el deshielo de los casquetes polares, condiciones que llevaron a la extinción de numerosas especies.
"El pasado nos ofrece lecciones valiosas sobre las consecuencias del cambio climático, algo que hoy enfrentamos debido a nuestra propia actividad", concluyeron los científicos, subrayando la importancia de este hallazgo como un recordatorio de la fragilidad del equilibrio natural de la Tierra.