La investigación, publicada el miércoles en la revista revisada por pares Nutrient, revela que un alto porcentaje de los productos para niños de 6 meses a 36 meses no cumplen con las directrices nutricionales recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio, que analizó 651 productos en 10 supermercados estadounidenses, encontró que el 60% de estos alimentos no satisfacen las normas de la OMS para la nutrición infantil. Además, casi ninguno de los productos cumplía con los estándares de publicidad de la OMS, que exigen un etiquetado claro de los ingredientes y afirmaciones de salud precisas.
Entre los hallazgos más preocupantes, el 70% de los alimentos estudiados no cumplían con las recomendaciones de contenido proteico de la OMS, y el 25% no alcanzaban los niveles recomendados de calorías. Además, uno de cada cinco productos para bebés contenía niveles de sal superiores a los límites sugeridos por la organización.
El estudio también reveló que el 25% de los productos contenían azúcares añadidos o ocultos, con un 44% superando las recomendaciones de azúcares totales de la OMS. La Dra. Elizabeth Dunford, autora principal del estudio y profesora asistente en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, destacó que “el 50% del azúcar consumido en alimentos para bebés proviene de los envases, y descubrimos que estos eran algunos de los peores infractores”.
El estudio subraya que las ventas de estos envases de alimentos para bebés han aumentado un 900% en los últimos 13 años en EEUU, convirtiéndolos en uno de los segmentos de mercado de más rápido crecimiento. La investigación analizó más de 650 productos de 2023, excluyendo alimentos refrigerados y lácteos dirigidos a niños.
Los nombres y marcas de los productos no fueron revelados en el estudio. Los investigadores aplicaron las recomendaciones de nutrición y promoción para alimentos infantiles comerciales emitidas en 2022 por la Oficina Regional de la OMS para Europa, que busca mejorar las pautas nutricionales globales para alimentos para bebés y niños pequeños. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU ha implementado regulaciones sobre fórmulas infantiles y niveles de arsénico en alimentos para bebés, además de ofrecer recomendaciones sobre seguridad alimentaria y manejo.