El FBI ha declarado que ha establecido comunicación con las autoridades de Las Vegas, en relación a una denuncia por parte de una mujer que afirmó que su hijo judío, quien padece autismo, tenía una esvástica grabada en su espalda.
La agencia declaró el sábado que está en contacto frecuente con las autoridades locales y está consciente del incidente. Además, si durante la investigación local se descubre alguna evidencia de una posible violación de los derechos civiles a nivel federal, el FBI está listo para llevar a cabo una investigación.
Según una mujer que prefirió mantenerse en el anonimato, su hijo de 17 años, quien asiste a la escuela secundaria Clark High School, llegó a casa el 9 de marzo con un símbolo de odio grabado en su piel. El joven no habla, tiene un perro de servicio y cuenta con asistencia constante de otra persona, según relató la mujer a los medios de comunicación.
“Mi hijo es el único estudiante que conozco que usa una kipá en la escuela”, dijo al medio, refiriéndose a la gorra que usan los hombres y niños judíos.
La madre informó que notificó a la escuela por correo electrónico sobre el incidente, y posteriormente presentó una denuncia ante la Policía del Distrito Escolar del Condado de Clark el 13 de marzo. Además, alegó que la bolsa de equipo del perro de servicio de su hijo había sido alterada
Los funcionarios escolares emitieron un comunicado en el que informaron que la policía realizó una investigación exhaustiva que involucró entrevistar al personal y revisar las imágenes de las cámaras, pero no encontraron ninguna prueba que pudiera indicar el origen de las lesiones.
El comunicado afirmó que no se permitirá ningún comportamiento discriminatorio que vaya en contra de una comunidad inclusiva y que afecte la seguridad y el bienestar de los estudiantes. Además, se instó a cualquier persona que tenga información adicional sobre el caso a comunicarse de inmediato con la policía escolar. La madre del estudiante expresó que retiró a su hijo de la escuela debido a su preocupación por la inseguridad del ambiente escolar.
La directora regional de la Liga Antidifamación de Nevada, Jolie Brislin, reprobó lo que calificó como un "acto antisemita y violento". Según su comunicado, el estudiante no solo fue atacado debido a su fe identificable, sino que además era particularmente vulnerable debido a su discapacidad. Brislin destacó que este incidente ejemplifica la interseccionalidad del odio en las comunidades marginadas.
Brislin informó que la organización ha estado en contacto con la policía y el distrito escolar, y está colaborando con la escuela para impartir educación sobre el antisemitismo. Según el comunicado, las escuelas no deberían ser lugares donde prolifere el odio y ningún estudiante debería sentirse inseguro o amenazado.