El ministro británico de Defensa, Grant Shapps, aseguró este miércoles que China está enviando "ayuda letal" a Rusia para su uso en la guerra contra Ucrania. En una conferencia en Londres, Shapps declaró: "Hoy puedo revelar que tenemos pruebas de que Rusia y China están colaborando en equipamiento de combate para usarlo en Ucrania".
Según el ministro, la inteligencia militar estadounidense y británica ha confirmado que la ayuda letal está fluyendo de China a Rusia y de allí a Ucrania. Esta información subraya una creciente alianza estratégica entre Pekín y Moscú desde la invasión de Ucrania, aunque China ha negado consistentemente estas acusaciones.
En su discurso, Shapps instó a la OTAN a "despertar" y a aumentar el gasto en defensa, advirtiendo que los países democráticos deben "defender a plena voz" las libertades basadas en el orden internacional. La creciente cooperación entre China y Rusia plantea desafíos significativos para la seguridad global y la estabilidad en Europa.
La postura británica contrasta con las declaraciones del asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Joe Biden. Jake Sullivan afirmó que, hasta ahora, no han visto que China haya "suministrado armas directamente" a Rusia. Sin embargo, expresó preocupación sobre las acciones de China para apoyar la maquinaria de guerra rusa, proporcionando insumos a la base industrial de defensa de Rusia.
A pesar de las acusaciones, la relación económica entre China y Rusia se ha fortalecido, con un comercio bilateral que alcanzó un récord de 240.000 millones de dólares en 2023, según datos de las aduanas chinas. La semana pasada, los líderes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, se reunieron en Pekín, demostrando su cercanía. En un comunicado conjunto, Xi y Putin coincidieron en la necesidad de una "solución política" para poner fin al conflicto en Ucrania.
Las declaraciones de Grant Shapps destacan las preocupaciones crecientes sobre la implicación de China en la guerra en Ucrania y la necesidad de una respuesta robusta por parte de la OTAN y las democracias occidentales. Mientras tanto, la colaboración económica y política entre China y Rusia continúa desarrollándose, complicando aún más la dinámica internacional y los esfuerzos para resolver el conflicto.